Saúl Herrero

viernes, 4 de octubre de 2019

FLAGS

Esta serie de cuadros es la representación abstracta de una sociedad fragmentada por los colores de sus banderas. Barras, lunas y estrellas que separan. Colores que sangran. Conflictos acrecentados por este populismo presente que crece y crece.

Cada bandera es una frontera. Una línea que divide. Por eso cada uno de los cuadros está atravesado por una línea horizontal que lo parte en dos mitades. Al colocar estos cuadros juntos esta franja, muro o frontera continúa de bandera en bandera. Los nacionalismos, la xenofobia, homofobia, miedos varios, se extienden como la espuma por los medios de masas que a pesar de su globalización se aprovechan para generar estas posverdades que separan.

En cada uno de los lienzos podemos encontrar muchas lecturas, conflictos particulares de estadios y naciones, sangrantes realidades que perpetúan el dolor y la ignorancia. Mares cementerio, muros que se levantan, genocidios, violaciones... todo en nombre de unos colores. Colores que chorrean y manchan, sangre derramada. El artista no puede mantenerse ajeno.

El conjunto de la serie nos hace asistir a una sociedad cada vez más radicalizada y segmentada. En un mundo globalizado y unido a través de las redes digitales resulta paradójico que estemos peleando por la fragmentación física de los espacios. Pintura abstracta que une la función referencial de las banderas a su función simbólica.

Por otro lado, el hombre, desde la prehistoria ha necesitado utilizar la pintura como medio para transmitir sus ideas, hoy en día, sin embargo, se ve relegada por nuevas formas de expresión relacionadas con la tecnología. Yo creo que aunque es absolutamente incuestionable que el artista ha de contemporeneizar con los medios a su alcance pero no podemos dejar desaparecer la plástica tradicional, la pintura como medio de expresión inherente al ser humano.

Por eso, en esta serie, la pintura como materia se muestra en todo su esplendor, chorreante y viva, coqueteando con el azar como autor tangencial de la obra.

Una obra cargada de contenido político y ético. Pintura sin artificios.